Siempre las letras fueron su vida. Se formó y se desahogó escribiendo.
Dejo aquí, en su memoria, lo poco que se salvó de la inundación de aquel habitáculo que guardaba los más preciados tesoros escritos.
Lo que queda es lo que hay, pero siempre recordaré las cartas de amor escritas a su novia que se diluyeron en el agua y que yo leía a escondidas cuando era niña. O aquellos versos sueltos que surgían en los momentos más inesperados. Evoco en mi memoria los escritos que me leías desde muy pequeñita y aquellas redacciones que me corregías y que me enseñaron a vivir.
Va por ti papá.
La primera que encontré era de 1968. Cortita y escueta era, evidentemente, para mí.
Así pues ,empiezo por ella.
"Sonríes, María Jesús,
En tus sueños de recién nacida,
Y yo veo la bella Aurora
Dibujada en tus labios de rosa.
Me preguntó la luna
tantas cosas...
Por el camino del monte,
Aquel que va al molino
dirijo mis pasos inciertos. "
"En la noche cálida y pegajosa de julio, me siento solo en la soledad de mi salita de estar. Se mezclan miles de ruidos en la noche. De las carreteras se oye amortiguado el estridente tubo de escape de la moto, escapada a todo gas. De las ventanas cercanas a la mía se oyen los gritos de algún niño que no quiere irse a dormir. Aquí, en esta misma habitación, escucho la radio y se van sucediendo los ritmos trepidantes de hoy en día. Y escucho también dentro de mi unas sinfonías de belleza. Belleza en el instante mismo que escribo estas mal pergeñadas líneas."