"Como el río llega al mar,
pronto el cauce de tu vida
se funde en la eternidad.
Las tinieblas más oscuras
lentas invaden el alma;
nos asalta la amargura
del acerbo pensamiento
de tu inminente partida.
La plaga mina tu cuerpo
y lo trueca en un erial.
Nos dejas con sed de ti.
Nos dejas la noche oscura
al apagarse su aurora.
¡Cuántas ilusiones rotas!
Esperabas nuestra unión
con irisados celajes
y se rompió tu ilusión.
Todo aparece apagado
después de llegar la noche
de tus anhelos negados.
Tus ansias no se han cumplido.
Lo decía tu voz ronca
próximo ya tu infinito.
Nos quedamos con tristeza
en tu viaje hasta lo eterno
y quedó un mar de esperanza
cuando escuchamos tu voz,
al susurrar con sonrisa:
"os contemplo desde el cielo".