"En la historia del humano,
desde los tiempos pretéritos,
casi se ha agotado el tema
del orgasmo masculino;
sin embargo, el femenino
se divulga en el presente.
¡Cuánta relación fallida
en el placer femenino!.
Muchas insatisfacciones
del placer en la mujer
¡cómo no! se debe al hombre
y a su clásica torpeza
por encontrar cuanto antes
el presentido placer,
dejando a medio camino
a su anhelante mujer…
Para remediar el yerro
y ese feroz egoísmo
hay que saber cuanto antes
que el orgasmo femenino
es, por término medio,
el de unos cuatro minutos
en alcanzar el orgasmo.
Es tanta la difusión
de cómo lograr el clímax
que la obsesiva mujer
busca al hombre tan soñado
que con su arte
alcance en esos minutos
el placer que preveía.
Mujer, persona tan anhelada
por el hombre en sus deseos.
¡Basta ya de inhibiciones!
Hombre ansioso de botín,
relájate los cojones
y prolonga esos momentos
tu entera satisfacción
junto al de la mujer amada.
Ante todo has de saber
que es más excitable el clítoris
que la adecuada vagina
hecha ad hoc para tu miembro.
Has de saber, hombre zafio,
además de practicar,
que tú debajo estás bien
y que ella encima, mejor.
Aguanta dócil y humilde
todas esas embestidas
de la mujer dominante
porque ella una vez en marcha
enlaza un clímax tras otro
hasta la extenuación.
Los genitales son medios
para alcanzar el placer
pero el que rige es el seso
en estas cosas del sexo.
Pues ya lo sabes,
la postura en esa unión
es que te encuentres debajo
y ella por supuesto, encima,
para que el jinete ordene
al indómito caballo
sus más fieros movimientos,
para alcanzar esta meta de entera satisfacción. "
